El vertiginoso crecimiento inmobiliario sin una adecuada planificación está teniendo efectos funestos en China. Y si opinás lo contrario explicame esto: al menos cinco casas desaparecieron dentro de un enorme hueco que se abrió en una manzana de la ciudad de Guangzhou. Como dato obviamente menor (especialmente para un argentino en estos días de verano) unas tres mil personas se quedaron sin luz. Lo terrible es que el agujero, de 30 metros de ancho, continúa en expansión. El fenómeno es cada vez más habitual en China: entre 2007 y 2009 hubo 129 casos de derrumbes por agujeros que se abren solos en la calle. Y entre julio y agosto del año pasado, sólo en Beijing, sumaron 99. Trágame tierra.
