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22 enero 2013

La autoestima alta, el éxito y el narcisismo


Por Humberto Acciarressi

A diferencia de muchos otros estudios, éste tiene casi medio siglo. Lo cual no quiere decir nada, pero por lo menos se sabe que cerca de 9 millones de jóvenes llenaron en Estados Unidos la Encuesta de Estudiantes de Primer Año ¿Y con eso qué?, te preguntarás. Que en los últimos tiempos ha crecido considerablemente el número de pibes que se considera "superior al promedio". Verdaderos fanfarrones.

Otro estudio precisa que esa tendencia al narcisismo arrancó por 1979, lo cual no indica necesariamente que todo joven con autoestima alta sea un vanidoso. Los expertos ponen el acento en uno de las modas devenida en paradigma de nuestro tiempo: el "amate a ti mismo" (basta analizar los millones de libros de autoayuda y la falsa promesa de éxito en base a esa idea). Dicho en criollo, si te amás a vos más que a nadie, te convertirás en un tipo/a exitoso/a en la sociedad capitalista. Recordemos que el primer libro popular sobre esta cuestión fue publicado en 1969: "La Psicología de la Autoestima", del psicólogo Natahniel Branden. Casi nada de lo que se prometía allí se concretó.

Miles de lectores de esos libros que fomentan el narcisismo con falsas promesas terminaron en las calles, viviendo en los suburbios con sueldos miserables, disparando desde una terraza contra otros consumidores, ensañándose con chicos y mujeres (también criados en esos valores). "Si realmente existe un efecto (de la autoestima alta y el éxito), es muy pequeño", asegura Roy Baumeister de la Universidad estatal de Florida, quien en 2003 encabezó un equipo que analizó decenas de estudios.

De acuerdo a las investigaciones, cuando llegan a la mediana edad, estos narcisistas se dan cuenta de que sus vidas han estado marcadas por un inusual número de relaciones fallidas. Los narcisistas se caracterizan por abandonar las terapias. Hay otro dato que no es menor. Desde los 70, cuando estas tendencias se expandieron, aumentó la ansiedad y la depresión. Al contrario del dicho del Bambino, la base no está.

(Publicado en la columna "El click del editor", de La Razón, de Buenos Aires)