La música clásica "mezcla perfectamente lo físico y lo espiritual" y "está por encima de las normas y los poderes que gobiernan el mundo", sostuvo el pianista y director argentino Daniel Barenboim, quien participó de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos llevando la bandera olímpica e interpretando el Himno de la Alegría. "La música no es una experiencia religiosa ni debe estar al servicio de la Iglesia ni de la aristocracia", añadió.
Hace dos años, Barenboim y su orquesta, compuesta por músicos de todos los países de Oriente Medio, "cada uno con una experiencia muy diferente pero unidos por un compromiso muy fuerte", iniciaron en Buenos Aires una gira mundial con la que se proponen acercar la música a los pueblos. Pese a haber recorrido escenarios de todo el globo, Barenboim reconoce que lo que más desearía es poder actuar en todos los países representados en la orquesta. Sin embargo, el director admite que la situación actual en Oriente Medio no es la más propicia, ya que no se ha avanzado "ni un poco".
#Juegos Olímpicos Londres 2012