La empresa Sellar Property inauguró en Londres el rascacielos más alto del viejo continente, el Shard, una torre de vidrio de 95 pisos y 310 metros de altura que ya genera polémica. La UNESCO estimó que el edificio perturbará "la integridad visual" de la Torre de Londres, la cual está inscripta en la lista del patrimonio mundial de esta organización de la ONU.