Mientras los artistas, productores y discográficas pelean para adaptarse a un nuevo mercado que les resulta ajeno, cifras difundidas por la Industria Fonográfica Británica marcan el nuevo rumbo. Los ingresos en el Reino Unido por la venta de música por Internet superaron por primera vez a los obtenidos por la venta tradicional de discos. Según esta asociación, que representa al 90% de las distribuidoras y productoras británicas, en el primer trimestre del año los ingresos ascendieron a 241 millones de dólares. De ellos, casi 134 millones procedieron del pago por descargas y servicios de "streaming", o transmisión de vídeo en flujo continuo. En cambio, los ingresos por la venta de música en formatos físicos, como los CD’s o los vinilos, se quedaron en 107 millones de dólares, lo que supone un 15% menos que lo registrado el trimestre anterior. De esta manera, al comparar cifras, el mercado online se transforma en el más importante: ocupa el 56%.