Murió Meow, el gato que ganó fama en todo Estados Unidos por pesar 17,7 kilos. El minino, de entre dos y cinco años, había sido llevado a un refugio animal porque su propietario, de 87 años, ya no podía cuidarlo. En su nuevo hogar lo pusieron a dieta y consiguieron que bajara un kilo, mientras en todo el país la gente comenzaba a cuidar el peso de sus mascotas. Hasta que el fin de semana pasado, Meow falleció por enfermedades derivadas de su obesidad mórbida. En medio de llantos, los veterinarios y amigos del gato (que los tenía y muchos), contaron que no sabían cómo había llegado a pesar tanto. Posiblemente por una combinación de sedentarismo y una dieta alta en calorías.
