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| REPOSO Y BOUDOU: SI PASA, PASA. |
Antes que nada refresquemos un dato: el Procurador General de la Nación es el titular del Ministerio Público Fiscal, jefe de todos los fiscales que actúan en tribunales nacionales, y él mismo es el fiscal ante la Corte Suprema. Desde el primero de ellos (Francisco Pico en 1863, reemplazado por Carlos Tejedor en 1875) hasta el último (el ex ministro de Cámpora, Esteban Righi, "renunciado" después de ocho años a causa del escándalo Boudou), siempre se trató que sea alguien idóneo por el peso del cargo.
Hasta que llegó Daniel Reposo, el preferido por la Presidente de la Nación para tan importante función ¿Te acordás el nombre del "diputrucho" sentado en una banca para privatizar Gas del Estado en 1992? Era Juan Abraham Kenan, asesor de Julio Manuel Samid. Y esto viene a cuento por otra cosa. Del diputrucho sólo se esperaba una cosa: que levante la mano. De Reposo, el poder no espera mucho más. Su CV, con ese objetivo, puede decir tranquilamente que es el creador del Pato Donald.
Ahora, como en "El Juego de los siete errores" que La Razón publicó durante décadas, podría inventarse otro titulado "Encuentre un error en el curriculum de Reposo". Errores de tipeo ("disertante" en lugar de "participante", que es como decir que yo dirigí Casablanca porque la vi varias veces) y participaciones obligadas disfrazadas de disertaciones, para llenar un lastimoso curriculum. Ahora la Asociación Internacional de Abogados y Juristas Judíos niega que Reposo haya dirigido la filial argentina. La cosa no termina ahí. El "pollo" del kirchnerismo para la Procuraduría, de acuerdo con una senadora que ya anunció su rechazo, no fue asesor letrado y apoderado de la SIGEN en el lapso que figura en su escrito. Como frutilla de la torta, el peor curriculum que se recuerde ni siquiera es acompañado por el título de abogado procurador egresado de la UBA. Así, mientras varias organizaciones vinculadas a la Justicia rechazan la idoneidad de Reposo, lo único que no dice el CV es lo más importante para el poder: "Amigo de Boudou".
(Publicado en la columna "El click del editor", de La Razón, de Buenos Aires)