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24 agosto 2011

Se busca licenciada en tortillas

Por Humberto Acciarressi

¿Quién de nosotros no tiene entre sus conocidas una especialista en tortillas? Algunas las hacen como los dioses, otras tienen menos experiencia.Pero en general, cuando una le agarra la mano, sale del paso con facilidad. Nunca, sin embargo, esta facultad fue definida como una ciencia. En todo caso, sí como un arte. Hasta que en España, en el colmo de lo sorprendente, acaba de crearse la primera licenciatura en Tortillología del mundo. Sí. Leiste bien. Y todo porque sus creadores llegaron a la conclusión que "la preparación de la tortilla española se ha convertido en una ciencia que requiere estudios especializados".

Vamos a tratar de tomarnos en serio lo que no resiste un análisis. La noticia en crudo señala que el Colegio Oficial de Tapólogos de Cádiz creó el título de Tortillólogo, que es "un tapatólogo experto en tortillas de papas" de acuerdo a lo que precisa su página web. Y ahora les cuento lo que agregan quienes van a dictar las clases. No quiero llevarme los méritos de otros. Todo lo que se diga en las próximas líneas salió la mente afiebrada de estos personajes de Almodóvar. Por ejemplo, que los aspirantes a la carrera deben ser llamados "los tortillandos", mientras que los alumnos aventajados deberán presentar "una tésis tortillal". Madre mía. Y después no quieren que se hagan chistes.

Todo buen colegio debe tener un lema. Y en el caso de la licenciatura no hay excepciones. La frase que orienta a los alumnos es "Defendamos la paridad: un huevo, una patata" (¿?). Agreguemos que la tortillología es considerada como una de los tres pilares de la tapatología, o sea el estudio de las tapas y las medias raciones. Las otras dos columnas son el ensaladillismo y la croquetología. Esta misteriosa ciencia, anterior a la época de los reyes católicos y que se nutre durante la conquista de América con el agregado de las papas peruanas (las llamadas patatas), ahora está al alcance de todos. Y según lo que se dice, son pocos los que han comido una tortilla de verdad. Buen provecho.

(Publicado en la columna "El click del editor", de La Razón, de Buenos Aires)