Una portavoz de la NASA informó el hallazgo, en un lago de Texas, de un fragmento del transbordador Columbia, que se desintegró el 1 de febrero de 2003 con sus siete tripulantes al entrar en la atmósfera, tras una misión espacial de 16 días. Se trata de un tanque que proveía energía y agua durante las misiones. Los ingenieros de la NASA confirmaron que no se trata de material tóxico y que están desarrollando un plan para recuperar la pieza y enviarla al Centro Espacial Kennedy. Agregaron que no habrá una investigación adicional, ya que en su momento se efectuó y se determinó que un trozo de espuma aislante se desprendió del tanque externo durante el lanzamiento y perforó una de las alas del Columbia. El agujero causó el estallido de la nave cuando entraba en la atmósfera. Y obviamente no quedó ni el loro.