Por Humberto Acciarresi
Primero fue “Futbol para todos”, luego “Milanesas para todos”, en la misma senda arribó “Merluza para todos” y recientemente “Carne para todos”. Que en realidad ni es “para todos” ni, en muchos casos, es lo que dice ser (¿a nadie se le ocurre lanzar el programa “Trabajo para todos” que por carácter transitivo erradicaría todos los demás?). Pero, a diferencia del salmón, sigamos un rato la corriente. Ahora, en este furor de la dádiva vestida de justicia social, un diputado radical propone lanzar el “Vino para todos”, seguramente inspirado por Baco en una noche etílica.
El proyecto del legislador Ricardo Mansur dice que el precio del vino en los comercios hace “prohibitivo su consumo y su repetición”. Lo que no deja de ser simpático, ya que eso de “su repetición” lo sindica como altamente previsor. No sea cosa que el bebedor, después de mandarse al buche una botella, se quede con las ganas de una segunda, una tercera o las que sean. En líneas generales, la idea es que a los vinos varietales o bivarietales argentinos se les quiten los impuestos y se eliminen los intermediarios, para que el precio sea accesible a todos ¿Vos, hic, me entendés, no, hic? Vos sabés que sos mi hermano, ¿no?...hic, ¿cuándo nos movilizamos, hermanito, hic?
Coincidamos que en la Argentina actual, al viejo lema imperial romano de pan y circo le estaba faltando el vino. La macana es que viene del bando opositor y a lo mejor lo duermen por eso. Pero digan la verdad los diputados oficialistas, ¿no tienen ganas de completar el combo? Especialmente con tantos legisladores que en los bares aledaños al Congreso, le dan al tinto y al blanco como personajes de Días sin huellas, aquella legendaria película de Billy Wilder con Ray Milland. Por lo pronto, no se descarta una movilización de bebedores sociales y curdas consuetudinarios, sin banderías políticas, para reclamar que ese proyecto se convierta en ley. Y después, para festejar, todos a empinar el codo en dónde pinte la ocasión.
(Publicado en la columna "El click del editor", de La Razón, de Buenos Aires)
Primero fue “Futbol para todos”, luego “Milanesas para todos”, en la misma senda arribó “Merluza para todos” y recientemente “Carne para todos”. Que en realidad ni es “para todos” ni, en muchos casos, es lo que dice ser (¿a nadie se le ocurre lanzar el programa “Trabajo para todos” que por carácter transitivo erradicaría todos los demás?). Pero, a diferencia del salmón, sigamos un rato la corriente. Ahora, en este furor de la dádiva vestida de justicia social, un diputado radical propone lanzar el “Vino para todos”, seguramente inspirado por Baco en una noche etílica.
El proyecto del legislador Ricardo Mansur dice que el precio del vino en los comercios hace “prohibitivo su consumo y su repetición”. Lo que no deja de ser simpático, ya que eso de “su repetición” lo sindica como altamente previsor. No sea cosa que el bebedor, después de mandarse al buche una botella, se quede con las ganas de una segunda, una tercera o las que sean. En líneas generales, la idea es que a los vinos varietales o bivarietales argentinos se les quiten los impuestos y se eliminen los intermediarios, para que el precio sea accesible a todos ¿Vos, hic, me entendés, no, hic? Vos sabés que sos mi hermano, ¿no?...hic, ¿cuándo nos movilizamos, hermanito, hic?
Coincidamos que en la Argentina actual, al viejo lema imperial romano de pan y circo le estaba faltando el vino. La macana es que viene del bando opositor y a lo mejor lo duermen por eso. Pero digan la verdad los diputados oficialistas, ¿no tienen ganas de completar el combo? Especialmente con tantos legisladores que en los bares aledaños al Congreso, le dan al tinto y al blanco como personajes de Días sin huellas, aquella legendaria película de Billy Wilder con Ray Milland. Por lo pronto, no se descarta una movilización de bebedores sociales y curdas consuetudinarios, sin banderías políticas, para reclamar que ese proyecto se convierta en ley. Y después, para festejar, todos a empinar el codo en dónde pinte la ocasión.
(Publicado en la columna "El click del editor", de La Razón, de Buenos Aires)