Páginas

15 abril 2011

La serpiente y la manzana milagrosa


Por Humberto Acciarressi

La historia bíblica es archiconocida: la serpiente tentó a Eva con una manzana, la mujer la comió, Dios la castigó con dolores a la hora del parto y a estar sometida a Adán. A éste le endilgó el trabajo para ganarse el pan, y, como si todo esto fuera poco, los echó del Paraíso. Demasiado por una manzana o Dios tenía peor humor que Cristian U, el mediático ludópata de Gran Hermano. Nadie se preguntó nunca sobre las verdaderas intenciones del ofidio. Porque si nos guiamos por un reciente estudio, la manzana es "un fruto milagroso" que no provoca otra cosa que beneficios a la salud y el que la come tiene chances de vivir más. De hecho, en la Biblia, el árbol de dónde sacaron el fruto era conocido como "el de la vida".

Sin embargo no hay que tomarse las cosas al pie de la letra. Si a Newton la manzana le hubiera caído en la cabeza, en lugar de en el suelo, quizás hoy no tendríamos una ley gravitacional y el sabio hubiera muerto de un ACV. Y ni hablar del famoso gusano de la manzana, que ahora debería ser considerado un superhéroe y -a la luz de la ciencia- con más poderes que Superman ¿Y la famosa "manzana podrida", definición que se suele dar a aquel que desentona en determinado ambiente? Todos querrán serlo, ya que la putrefacción pierde ante lo milagroso. De una u otra forma, estamos ante la reivindicación de la manzana, asociada siempre a lo peor. Y, con su icónica manzana verde, es un nuevo dato sobre la calidad visionaria de los Beatles.

(Publicado en la "Columna del editor" de La Razón, de Buenos Aires)