Ahora que la Argentina es sede del Dakar, y con el reciente fallecimiento de María Elena Walsh, creadora de Manuelita la Tortuga, esta noticia está doblemente vinculada a la más estricta actualidad. La historia viene así. En Tel Aviv, Israel, un quelonio fue atropellado por...una cortadora de césped. Lo cual de por sí ya es raro. El asunto es que quedó paralítico. Y una tortuga, si encima de lenta carece de movimientos, está sencillamente en el horno. Sin embargo, un veterinario con incuestionables recuerdos infantiles, le puso un eje con dos ruedas, como cuando siendo chicos armábamos autitos. La operación fue un éxito. La tortuga ha recuperado su movilidad, aunque ahora parezca un monstruo mitológico, mitad quelonio, mitad auto. Criaturita de Dios, como diría Mendieta.