Páginas

24 noviembre 2010

Un mail por el Día del Panzón

Por Humberto Acciarressi

Ya son miles, millones, los que han leido el contenido de este correo spam (pues no es otra cosa), que sin embargo puede ser uno de los pocos de su especie que apunta a un fin altruista: consagrar el 12 de diciembre como el Día Internacional del Panzón. Este email, que por momentos llega a conmover (¿?), arranca con una frase tierna aunque de escasa poesía: "Porque un hombre sin panza es como un cielo sin estrellas". Por lo rastreado en la web, existieron otros intentos: todos fueron a parar al tacho de intenciones.

En un mundo de gimnastas, anorexias y bulimias, donde una persona cualquiera no acepta una medialuna porque aumentó 0,0005 gramos en un mes, la causa de los panzones parece condenada a fracasar. Pero lo mismo decían de Galileo, Colón, Servet y Homero Simpson, que justamente es el ídolo manifiesto de esta secta internacional que ni Chesterton soñó. La frase final -"Mas vale en la cama un caliente panzón que un gimnasta maricón" -, es chistosa, pero esgrime argumentos contundentes contra los enamorados de su propio físico como Narcisos, que se encierran decenas de horas en los gimnasios.

Los panzones argumentan que las mujeres disfrutan más con los que se manducan un asado sin culpa, que con los que se conforman con digerir ensaladitas. "¿Qué desea una mujer?", se preguntan. Y responden: "Un hombre valiente, apasionado, inteligente y con panza". Pero sobre todo reclaman su Día Internacional. Y eso no se le niega a nadie en el mundo.

(Publicado en la "Columna del editor" de La Razón, de Buenos Aires)