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10 septiembre 2010

Si querés seducirla, bailá bien

Por Humberto Acciarressi 

En esta columna se respeta mucho a la ciencia, no sólo necesaria, sino imprescindible para el desarrollo del género humano. Ahora nomás, un grupo de investigadores británicos salió al cruce a los que trabajan en busca de una vacuna contra el Sida. Y plantaron una pica en Flandes con un asunto cercano en importancia a la cuadratura del círculo: han descifrado los pasos de baile que hacen que los hombres resulten más atractivos a las mujeres. Atajate esa. Desde este rincón reclamamos para ellos el Nobel de Ciencia. 

¿Quién había desafiado los tabúes para decir que lo que más motiva a las ladys son los movimientos amplios y variados de cuello y tronco, sin descartar la importancia de la muñeca izquierda y la rodilla derecha? ¿Entienden, amigos al lado de los cuales Pinocho es Julio Bocca? Si bailando no querés ser menos sensual que la Mole Moli, hacé caso a los que saben. Sin partirte la clavícula ni parecer King Kong practicando tap, trabajá los hombros y el cuello. Un, dos, un, dos. Vas bien. Ahora la rodilla y la muñeca. ¡Nooooo!. Movete mejor, que Robocop bailando el Lago de los Cisnes te va a mandar al teléfono. 

Aunque hay algo del estudio que no parece muy científico: "No sabemos si esta preferencia remite a las cualidades de un hombre en buen estado y un potencial padre, o si es una reminiscencia de Travolta moviendo las caderas en `Fiebre de sábado por la noche’". Sin ánimo de ofender, el payaso Krusty es más serio. 

(Publicado en la "Columna del editor" de La Razón, de Buenos Aires)