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28 julio 2010

La nena quiere dar la vuelta al mundo

Por Humberto Acciarressi

Los casos son infinitos y arrancan antes de los tiempos clásicos, previos a los viajes marítimos de Ulises y compañía. Marco Polo, Magallanes, robinsones históricos y de leyenda pueblan la historia de los mares del mundo. Pero para no irnos tan lejos, hay intentos mucho más cercanos de surcar las aguas en busca de una hazaña. Y algunas han concluido exitosamente, mientras que otras en un rotundo fracaso. Desde la gloria de Vito Dumas, el navegante solitario a bordo del Lehg II, hasta el papelón de dos pescadores australianos que, hace poco, lograron sobrevivir milagrosamente un mes en alta mar dentro de una heladera. Y hay que considerar, ¿por qué no?, a Abby Sunderland, que semanas atrás quiso dar la vuelta al mundo y la encontraron de milagro, perdida y a la deriva, en el Océano Indico.

Casi insolada, muerta de hambre y sed, no terminó comida por los tiburones de milagro. Y, en el mejor de los casos, no acabó como Tom Hanks en Naúfrago, hablando con una pelota. Ahora, la justicia holandesa autorizó a Laura Dekker, una chica de 14 años, a dar la vuelta al mundo en velero y más sola que Hannibal Lecter en Navidad. ¿Los padres se negaban? No. El problema era burocrático, ya que un tribunal había resuelto no prorrogar la asistencia educativa. Apelaciones de por medio, y bla bla bla, la chica puede comenzar su delirante viaje cuando quiera. Los padres, chochos; la justicia, feliz; ella, más contenta que un perro con dos colas. Y el mundo cada vez más loco.

(Publicado en la "Columna del editor" de La Razón, de Buenos Aires)