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01 mayo 2010

Para una botella al mar, 33 son mejores


Por Humberto Acciarressi

Los campeonatos obtenidos por River en el era profesional, la edad de Cristo en el momento de la crucifixión, el mejor puntaje para echar la Falta en el truco, la representación de la alianza en la Cábala, el grado más alto en el ritual masónico, la cantidad de divinidades del hinduismo. En fin, el 33 tiene una larga historia. Ahora hay que sumarle que son los años que tardó en llegar a las manos de una usuaria británica de Facebook, un mensaje arrojado al mar en una botella.

Resumiendo, un chico belga que en la década del 70 tenía 14 años, paseaba en un barco e hizo lo que todos hicimos alguna vez: tirar un escrito metido en un envase de vidrio, con la esperanza que alguien lo lea. Treinte y tres años más tarde, Lorraine Yates encontró el mensaje y a su vez hizo lo que en los 70 hubiera sido imposible: rastrearlo en Facebook. Por supuesto lo encontró, ya que de no ser así estaríamos escribiendo sobre otra cosa. La historia ya recorre el mundo. Lo que podemos inferir es que ya hay gente pergeñando la película sobre este asunto.

Aquel chico de 14, Olivier, ahora tiene 47 años y por lo menos dos hijos. De ella sólo se conoce el nombre. Ideal para la comedia que hace unos años hubieran interpretado Meg Ryan y Tom Hanks, y si agregamos el ingrediente del mar, eventualmente la pelota Wilson. Y hasta podríamos concluir con Olivier rechazando en Facebook el pedido de amistad de Lorraine. Nunca está de más un poco de dramatismo.

(Publicado en la "Columna del editor" de La Razón, de Buenos Aires)