"Unos pocos momentos alcanzan para entender que en Colonia el paso del tiempo le hace un esquive a la lógica. El silencio impresiona y en la Calle de los Suspiros, donde hace dos siglos los navegantes iban a buscar amores rápidos, se siente una ráfaga de viento que llega del río, agita la vegetación y erosiona las tejas de color terracota. En todo sentido, Colonia del Sacramento tiene una textura diferente. Si existiera la máquina del tiempo soñada por Herbert Wells, cabe imaginar que esta ciudad no sería muy diferente que en sus años de mayor esplendor, allá por los finales del siglo XVIII..." (el texto completo aquí)
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06 noviembre 2009
Para los amigos de Colonia y Carmelo
"Unos pocos momentos alcanzan para entender que en Colonia el paso del tiempo le hace un esquive a la lógica. El silencio impresiona y en la Calle de los Suspiros, donde hace dos siglos los navegantes iban a buscar amores rápidos, se siente una ráfaga de viento que llega del río, agita la vegetación y erosiona las tejas de color terracota. En todo sentido, Colonia del Sacramento tiene una textura diferente. Si existiera la máquina del tiempo soñada por Herbert Wells, cabe imaginar que esta ciudad no sería muy diferente que en sus años de mayor esplendor, allá por los finales del siglo XVIII..." (el texto completo aquí)