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06 noviembre 2009

Para los amigos de Colonia y Carmelo


En las dos horas siguientes de subido el post anterior, amigos uruguayos me hicieron llegar vía mail su "enojo" por no haber dicho nada de Colonia del Sacramento y de Carmelo. Ocurre que muchas veces, como sobre Montevideo, escribí tanto acerca de esas ciudades que casi ni lo recuerdo. Casualmente estoy intentando un texto de ficción que tiene por escenario una estancia de Colonia. De cualquier manera, hace unos meses publiqué lo que sigue en Clarín Viajes. No se pongan celosos, che.

"Unos pocos momentos alcanzan para entender que en Colonia el paso del tiempo le hace un esquive a la lógica. El silencio impresiona y en la Calle de los Suspiros, donde hace dos siglos los navegantes iban a buscar amores rápidos, se siente una ráfaga de viento que llega del río, agita la vegetación y erosiona las tejas de color terracota. En todo sentido, Colonia del Sacramento tiene una textura diferente. Si existiera la máquina del tiempo soñada por Herbert Wells, cabe imaginar que esta ciudad no sería muy diferente que en sus años de mayor esplendor, allá por los finales del siglo XVIII..." (el texto completo aquí)