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28 noviembre 2008

Un hombre afortunado


En 1967, John Berger y el artista fotográfico Jean Mohr convivieron un tiempo con John Sassall, un médico inglés que trabajaba en una comunidad rural perdida en un bosque británico. Las fotos de Mohr y los textos de Berger (uno de los más lúcidos pensadores del último medio siglo), pueden verse y leerse en "Un hombre afortunado", obra de 1967 ahora reeditada en Argentina por Alfaguara. Pero hay una historia fuera de la ¿literatura?, ¿reportaje?, que constituye este libro. Y después de no mencionarla durante sucesivas ediciones, Berger ahora la cuenta asi en un epílogo:

"Cuando escribí las páginas precedentes -y pienso en particular en las últimas, donde se habla de la imposibilidad de resumir la vida y la obra de Sassall - no sabía que quince años después se suicidaría. En una cultura como la nuestra, en la que priman la inmediatez y el hedonismo, se suele considerar que el suicidio es un comentario negativo. ¿Qué falló?, pregunta, ingenua. Pero el suicidio no constituye necesariamente una crítica de la vida a la que pone fin: puede que pertenezca al destino de esa vida. Esta es la visión de la tragedia griega.
John, el hombre al que tanto quise, se suicidó. Y, en efecto, su muerte ha cambiado la historia de su vida. La ha hecho más misteriosa. Pero no más oscura. No es menos luminosa ahora; simplemente, su misterio es más violento. Y este misterio hace que me sienta más humilde frente a él. Y frente a él, no intento encontrar lo que podría haber anticipado y no supe ver, como si de todo lo que intercambiamos se hubiera quedado fuera lo esencial. Más bien, ahora parto de su violenta muerte y, desde ella, miro atrás y contemplo con mayor ternura lo que se propuso hacer y lo que ofreció a los demás, mientras pudo aguantarlo"

John Berger 
(fragmento de "Un hombre afortunado")

27 noviembre 2008

Las fotos de Julieta

Tengo una teoría: algunas de las mejores cosas de Twitter pasan por afuera de la red social. Soy periodista porque soy curioso y me gusta escribir. Y nunca oculto cuando algo me gusta. Hace rato que no subo material de otros blogs. Desde hace un tiempo largo, ando con ganas de hacer lo que estoy haciendo. Subir (previa autorización de ella) unas fotos de Julieta Ciancio (en Twitter @JuliMRC), pero te pido que después vayas a su página. Además de sus fotos, tiene una estupenda gracia en titularlas. Mirá las imágenes y después entrá acá




26 noviembre 2008

Cuestionario cinematófilo

El amigo y compañero Andrés Fevrier, conocedor y gustador del cine, inició una serie de encuestas al estilo del cuestionario Proust o de Bernard Pivot, en su sitio Cinematófilos. Y no tuvo peor idea que darle comienzo con mis respuestas. Y bueh... un inconsciente. Pasen, vean y revuelvan. Acá.

21 noviembre 2008

El mundo según Mafalda


Por Humberto Acciarressi

A fines del siglo XIX, Oscar Wilde solía escandalizar a sus amigos esteticistas con una frase que ha hecho carrera: “La realidad imita al arte”. La vida cotidiana -con la irrupción de la imagen en todas sus variantes y la moda copiada de películas, cuadros y libros- terminó dándole la razón. Y la historieta no fue una excepción. Entre los exponentes del cómic argentino, son pocos los que han logrado eternizar un personaje a partir de la comparación con personas de carne y hueso. Sí lo consiguió Joaquín Lavado, Quino, con la ya cuarentona Mafalda.

Hace un par de días. en la estación Perú de la Línea A, fue inaugurado un mural titulado “El mundo según Mafalda”, que se suma a otros que se encuentran en las paradas subterráneas. La amiga de tantas generaciones de chicos de todo el mundo (un caso digno de estudio que trasladamos a los sociólogos interesados), apareció en las páginas del semanario “Primera Plana” el 29 de septiembre de 1964. Fue allí donde nació la principal enemiga pública de la sopa. Desde entonces hasta la actualidad -aunque Quino dejó de dibujarla el 25 de julio de 1973 en “Siete Días ”-, las andanzas de Mafalda, Felipe, Manolito, Libertad, Susanita y compañía fueron registradas en revistas y periódicos de más de treinta idiomas, entre ellos el chino y el finlandés.

Con su pelo oscuro y su cara redonda, los comentarios ácidos sobre el estado del mundo y sus habitantes, Mafalda hizo reir y reflexionar. En sus historias y en las peculiaridades de sus compañeros, está toda la década del 60. Y si algunas cosas han pasado de moda - el mayo francés, la guerra fría, Vietnam, el flower power y el hippismo- lo esencial queda. Y la prueba de esto es que sus aventuras cautivan por igual a los hijos de los hijos que la leían hace cuatro décadas. E insistimos: en todo el mundo. La avasallante globalización digital no difundió la imagen de Mafalda. Lo que hizo fue dejar constancia de un fenómeno preexistente. Blogs y bitácoras de todas las latitudes, avatares de redes sociales de los países más remotos entre sí y a la vez de la Argentina, dan cuenta de la popularidad del personaje de Quino y de los a veces simpáticos y en ocasiones antipáticos amiguitos de la nena.

Como el escritor de “Misery”, de Stephen King, Quino fue acusado de haber “matado ”a su personaje más famoso. Radicado en Europa desde hace años, el dibujante ya no se defiende. Pero nadie puede negar que alguna vez no ha sentido bronca por la determinación, ya lejana, del creador. Lo único que deja tranquila las conciencias es que Mafalda está vivita y coleando.

10 noviembre 2008

Murió "Mamá Africa"

La cantante sudafricana Miriam Makeba, conocida internacionalmente como "Mamá África" y reconocida por su canción "Pata Pata", falleció en Castel Volturno, una localidad del Sur de Italia, minutos después de ofrecer un concierto de apoyo al escritor Roberto Saviano, amenazado por la Camorra. Makeba, de 76 años de edad, pasará a la historia por ser una de las artistas más importantes e influyentes que salió de Sudáfrica y, sobre todo, por ser la voz más destacada en la lucha contra el apartheid.

La cantante vivió en el exilio más de 30 años, luego que su país la privara de su ciudadanía, además de prohibir que sus canciones se emitieran en las radios nacionales. Recién retornó cuando Nelson Mandela salío de prisión."He conservado mi cultura. He conservado la música de mis raíces. A través de mi música he convertido esa voz e imagen de África y su gente sin darme cuenta", dijo a su vuelta del exilio. Y hasta el último día de su vida siguió luchando por un mundo sin discriminaciones.

05 noviembre 2008

Cervantes: vida y obra de un desdichado

Por Humberto Acciarressi

Igual que siete ciudades de la antigua Grecia se disputan la cuna de Homero, siete metrópolis españolas reñían por la de Cervantes hasta que Vicente de Ríos demostró, en el siglo XVIII, que el autor del Quijote había nacido en Alcalá de Henares, durante los primeros días del mes de octubre de 1547. Su ascendencia, perdida en una montaña de papeles, consigna que su padre era un simple "sangrador", barbero en los ratos libres, sordo, y, para colmo de males, pobre. Como comienzo no fue demasiado bueno el de Cervantes.

De los años de la infancia se sabe poco y nada, no cursó la universidad y era un lector empedernido. A los 22 años viajó al Vaticano, donde le enseñó español al cardenal Acquaviva, protector de artistas. Caminó las calles de Italia y frecuentó las lecturas de Tasso, Ariosto, Castiglioni, Boyardo y otros. En 1570, poco después de su aventura italiana, vistió el uniforme de los tercios españoles bajo las órdenes de Diego de Urbina - un poema de Borges lleva por título precisamente "Un soldado de Urbina" - y de Ponce de León.

En esos menesteres lo encontró el 15 de octubre de 1871. Cervantes, a bordo de la galera "Marquesa" combatió al ejército de Selim II en el golfo de Lepanto. Las naves vaticanas, venecianas y españolas triunfaron, pero Cervantes salió del combate con un brazo inútil. Más tarde, en "El viaje del Parnaso", él mismo escribió: "Bien sé que en la naval, dura palestra, perdiste el movimiento de la mano izquierda para gloria de la diestra". Participó en otras batallas; se embarcó con su hermano; y fue tomado prisionero por los berberiscos, que lo arrastraron descalzo, harapiento y mal comido por las calles de Argel. Pasó un lustro de infierno carcelario.

Cuando volvió de Argel, en Madrid se hablaba de Lope de Vega -crítico feroz de Cervantes-, Tirso de Molina y Luis de Góngora. El ex soldado y ex cautivo comenzó a redactar "La galatea", que tuvo cierto eco en ámbitos literarios. En diciembre de 1584, después de haber sido traicionado por el amor de su vida - madre de su única hija- el escritor se casó con Catalina de Palacios Salazar y Vozmediano.

Aunque varias obras suyas fueron representadas por esa época, para subsistir tuvo que trabajar como recaudador de impuestos, el oficio más odiado de entonces (y de siempre). Perdió amigos y ganó enemigos. Hasta que un día de enero de 1605, Cervantes hojeó la primera galerada de un libro que había dado a la imprenta, dedicado al Duque de Bejar. Y allí leyó sin corregir: "En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme..."

Se vienen los caballos de polo...


Primero fueron los caballos coloreados en el Buenos Aires Design, poco después el Cow Parade en la zona de Puerto Madero. Ahora,en menos de una semana, Edgardo Giménez, Carolina Antoniadis, Martiniano Arce, Marino Santa María, Eduardo Pla, Analía Werthein y Febe Defelipe, entre otros, presentarán maquetas de tamaño original de caballos de polo, intervenidos artísticamente, que luego serás subastados para beneficio del Hospital Fernández. El público en general, a disfrutar en las zonas de Buenos Aires que ya se informarán, y los que tienen los morlacos, compren que estarán ayudando a un prestigioso y necesario centro de salud pública que no está pasando por su mejor momento.

Martiniano Arce dando las últimas pinceladas a su caballo.

Janis Joplin en su último año de secundaria, en 1960


La foto es del anuario de 1960 de la Escuela Secundaria Thomas Jefferson, de Port Arthur, Texas, de donde Janis Joplin se graduó en Preparatoria.