Eso es lo lindo del futbol. Da revancha. Y no me digan que festejo un triunfo de otro equipo, porque ustedes, bosteros, hace unas semanitas gritaron los goles de San Lorenzo. A los giles que me cargaron en estas dos semanas, a llorar a la iglesia tras la derrota frente al Fluminense por 3 a 1 y la eliminación de la Copa. Frente a los dos o tres que son caballeros en los triunfos y en las derrotas - me refiero a los que no son de cargar y con los que mantengo un código en tal sentido - digo como en su momento Ricardo Balbín: este viejo adversario despide a un amigo.