De acuerdo a la BBC, la Unión de Granjeros Británicos ha descubierto que las gallinas son muy sensibles a Bach o Tchaikovsky y no aprecian para nada a Kylie Minogue o Britney Spears. Tan sensibles son a los encantos de la música clásica, que ponen huevos a lo loco cuando escuchan una sinfonía o un cuarteto de cuerdas. Uno de los miembros del directorio de la Unión de Granjeros, Charles Bourns, comprobó este fenómeno de casualidad, cuando empezó a escuchar música clásica por radio mientras trabajaba en su granja, y notó un llamativo salto en las productividad gallinácea.Con alma científica, Bourns probó con música pop, pero no hubo caso. "El pop cambia mucho y hablan mucho los locutores. Para pesar de mis hijos, las gallinas prefieren la radio de música clásica", dijo Charles Bourns.