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26 junio 2007

Ricota

Hace poco más de tres años (fue el triste 10 de febrero de 2004), cuando murió Astor, mi perro compañero, pensé que nunca más tendría una mascota. Pero el futuro siempre depara cosas que estamos lejos de imaginar. El domingo, día de elecciones en Buenos Aires y aniversario de Carlos Gardel, llegó a casa Ricota. Sobre sus andanzas, que serán muchas, iremos dando cuenta. A veces, la vida de una gatita puede ser más interesante que la de algunos seres humanos. Pero ahora quiero agradecer a Sandra, del Hogar de Protección Lourdes, un sitio donde aman y enseñan a amar a los animales, brindan atención a gatos abandonados y luego, como en este caso, los dan en adopción. Tarea que hacen en silencio y que hay que estimular. Ricota, como la bautizamos, agradecida. Y nosotros también.