En los Estados Unidos de 1904, esta siniestra publicidad de los revólveres Iver Johnson aseguraba que los mismos no eran juguetes: "disparan derecho y matan". Y alentaba al respecto que "Quizás necesites uno solo una vez en la vida. Cómpralo ahora, así lo tendrás en esa ocasión”. Pero lo más terrible es que en la misma publicidad se afirmaba que eran "absolutamente seguros", al punto que una nena podía estar en su cama, con su muñeca y su pistola sin peligro alguno. Mama mía!!!