04 abril 2015

La fauna de mediáticos locales en busca de su Diane Arbus

Por Humberto Acciarressi

La fotógrafa estadounidense Diane Arbus, aquella singular artista que eligió a personajes marginales para realizar su obra, no hubiera sabido por dónde comenzar en las puertas de los canales de TV de la Argentina. Con su objetivo de poner en el centro a los freaks y en el contexto a la gente usualmente llamada "normal", en nuestros pagos se hubiera dedicado a los paisajes o las naturalezas muertas. "Sus" gemelos, enfermos mentales, gigantes, familias disfuncionales, fenómenos de circo, no hubieran tenido nada que envidiarle a esa fauna que se ha dado en denominar "mediáticos" y que ya integran, desde la presidencia de la Nación para abajo, todas las disciplinas. Y -esto hay que decirlo- cada día se pone más difícil redoblar la apuesta.

Tal vez debamos coincidir en que a los argentinos ya nada nos asombra, pero la gente pide, enfermizamente, más y más, y supuestos artistas, periodistas y políticos no se cansan de enarbolar la bandera del ridículo. No voy a escribir lo único que sospecho que falta, porque no quiero caer en la figura de apología del delito. Aunque en algunos programas televisivos ya se ha visto ¿Se acuerdan de los primeros "Gran Hermano" que aparecieron en la TV vernácula? Bueno, al lado de la realidad actual son películas de Heidi. Marcelo Polino, con su recordado programa "Zap", hoy tendría que romperse el bocho para superarse. La realidad lo pasó por encima. Hay que reconocer que los mediáticos argentinos no son freaks en el sentido original del término, pero sí en su carácter simbólico devenido de la película de Tod Browning.

Cómo será este asunto, que las payasadas de Vicky Xipolitakis durante su viaje por Miami (incluyendo sus bizarras fotos para una presunta producción de Playboy) son maravillosamente divertidas al lado de lo que hacen algunos de nuestros políticos o sus chupamedias en programas "serios". Se ha farandulizado tanto la cuestión, que el programa de Santiago del Moro le da cabida a payasos mediáticos como ese tal Brancatelli o a Agustina Kämpfer, la ex movilera que desembarcó de la nada en los brazos del procesado vicepresidente Boudou y ahora se transformó en la ex más mediática de la Argentina, con un pie en el "Bailando....". En la actualidad, Discépolo se estaría haciendo una fiesta. Voy a añadir algo más que creo necesario: los freaks de Diane Arbus tenían cierta nobleza de la que carecen los ejemplares de la fauna local. No lo dudes.

(Esta columna fue publicada en el diario La Razón y también podés leerla acá)