09 mayo 2014

Saba y Chiodi, entre el arte y la docencia


Por Humberto Acciarressi

Este jueves y el de la semana que viene (15 de mayo), a las 21, en "Hasta Trilce" (Maza 177), Lilián Saba y Marcelo Chiodi presentarán oficialmente su CD "Sol y Luna", algunos de cuyos temas vienen sonando con gran repercusión en el medio musical argentino y confirman, además, la razón por la cual el dúo es un referente obligado del folclore vernáculo. Saba en piano y Chiodi en flautas, quena y saxo soprano, llevan juntos tres décadas "en la vida y en la música", y aunque cada uno haya hecho sus proyectos alternativos con otros intérpretes, ahora resolvieron plasmar la experiencia conjunta en este disco,. en el que además hay una gran cantidad de amigos invitados.

Ninguno de los dos es oriundo de Buenos Aires. Ella es de Benito Juárez y él de Azul ¿En qué momento y por qué decidieron radicarse en la gran ciudad? Lilián responde: "Cuando vinimos éramos muy jóvenes, en el año 86. Decidimos venir para completar nuestra formación musical, sin embargo, por mucho tiempo conservamos nuestros trabajos pedagógicos y musicales en nuestra región. Posteriormente fuimos conociendo gente e insertándonos laboralmente aquí y así nos fuimos quedando sin perder el contacto. Marcelo aún viaja a Olavarría a dar clases en el conservatorio". Asimismo, ambos coinciden en que la docencia ocupa "una parte fundamental, tan creativa como la artística", en sus vidas.

En lo referido a "Sol y Luna", ella señala que tanto la selección de temas como la elección de los músicos invitados fue difícil, pero están tranquilos ya que saben que con el tiempo vendrán otros discos del dúo, dado que el entusiasmo es grande. En el CD hay composiciones de Chiodi ("Calle de los tilos", en la que recuerda su infancia en Azul, y "Años después"), de Saba ("Sol y Luna", con Cuartoelemento), de Ariel Ramírez y Armando Tejada Gómez (Allá lejos y hace tiempo", dedicado a la memoria de Guillermo Hudson, que ya radicado en Londres escribió una de sus principales obras evocando su infancia y juventud en la antigua zona rural de Quilmes), de Gustavo Leguizamón y Jaime Dávalos (la "Zamba de los mineros"), de Aníbal Troilo y Enrique Cadícamo (una gran interpretación de "Garúa" en piano y flauta), de Juan Falú ("Como el aire", con el autor), por mencionar algunos de las canciones. En definitiva, se trata de un interesante disco que permite apreciar la bella intensidad de la música popular argentina, con nuevas sonoridades pero sin resignar el carácter vital de las raíces.

(Esta columna fue publicada en el diario La Razón y también podés leerla acá)