03 diciembre 2013

¿Quién dijo que los libros pasan de moda?


Por Humberto Acciarressi

Quienes amamos el papel -su rugosidad, su olor sea a nuevo o a viejo, ese contacto que no admite explicaciones lógicas pues tiene fronteras limitadas- hace rato que escuchamos los apocalípticos anuncios sobre la desaparición del libro, e incluso que se lo compare con otras formas y soportes que volaron con las arenas del olvido. Es cierto que los visitantes de las Ferias del Libro y los libreros de los sitios clásicos de la venta (e incluso de la compraventa) se quejan de los precios de las novedades y hasta del alquiler de los locales. Razón tienen. Unos y otros son carísimos. Para poner en la actualidad una librería en la calle Corrientes y sus alrededores, hay que ser, casi, un personaje de Julio Verne.

Buenos Aires es única en la materia, pero no es la excepción. Y cuando llegan ocasiones como La Noche de la Librerías, la gente sale como hormigas, se olvida de los PDFs necesarios pero inocuos en materia espiritual (y ni hablar de las fotocopias anodinas), y llena los puntos neurálgicos de la ciudad en materia de comercios del sector....(seguí leyendo acá)