17 diciembre 2013

Graciela Arenas: los Beatles con aire de jazz


Por Humberto Acciarressi

Hay cosas que no deben hacerse mal, y, en la medida de lo posible, no hacerse. Una de ellas es reversionar canciones de los Beatles, algo que se ha realizado hasta el cansancio, y no sólamente en los casos de Yesterday, que figura en el Libro Guinnes de los Récords, que tiene 1600 interpretaciones diferentes y que hasta el año 2.000 fue cantada profesionalmente -además de por los Beatles hasta su separación en 1970 y por Paul desde entonces- más de siete millones de veces. Efectivamente, hay decenas de temas de los fab four que cantantes, grupos y aventureros de toda calidad y laya han abordado, muchas veces genialmente. En este sentido hay que recordar el "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band" de Hendrix, el "With a Little Help from My Friends" de Joe Cocker, el "The fool on the Hill" de Bjork, el "Across the Universe" de David Bowie, el "Lucy in the Sky with Diamonds" de Bono, el "In my Life" de Johnny Cash, por mencionar apenas algunos.

En la Argentina, Pedro Aznar grabó varios temas de los Beatles, lo mismo que Charly García o Calamaro. Catupecu Machu, Divididos, Los Fabulosos Cadillacs, fueron otros que se le animaron a los temas del cuarteto que cambió la historia de la música del siglo XX. Hasta Callejeros hizo una versión de "One after 909", del álbum "Let it Be" de los de Liverpool. Ahora, el 30 de diciembre en Clásica y Moderna,.Graciela Arenas va a presentar su disco "Día mágico y misterioso" (en alusión, naturalmente, a "Gira Mágica y Misteriosa"), en el que aborda con aire jazzero, impecable y con un extraordinario acompañamiento, 16 canciones de los Beatles.

Secundada por Luis Uraga en armónica, Carlos Caiati en clarinete y saxo y Adrián Segers en banjo y guitarra, la gran cantante y pianista va desde "Honey Pie" hasta "Good Day Sunshine", pasando por "Something", "The fool on the Hill", "Eleanor Rigby" y otras. Un repertorio raro, ya que no buscó únicamente los temas de un género en particular del vasto registro beatle. Se le animó a todo. Y el resultado es realmente asombroso. Uno escucha el CD - como en el caso de las versiones mencionadas más arriba- con un entusiasmo que no provocan aquellos que copian hasta el último acorde, es decir las llamadas bandas tributo. Hay que añadir que Graciela Arenas cantó hace muy poco en The Cavern, acompañada por la banda estable del reducto beatle de Liverpool. Lo que no es decir poco, en un lugar donde la beatlemanía es un signo de distinción.

(Esta columna fue publicada en el diario La Razón y también podés leerla acá)