17 febrero 2013

Las excusas de Boudou no las cree ni él mismo

Por Humberto Acciarressi

La historia recordará al vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, en el lote de los funcionarios kirchneristas más sospechados de actos de corrupción y uno de los mayores expertos en el doble discurso. Ahora, tras el escándalo destapado por el diario La Nación en lo referido a los muebles de lujo para su despacho en el Senado, Boudou se defendió con la eficacia de un hámster: "No me los llevé a casa". Y eso después de haber hablado de su antecesor en el cargo, Julio Cobos, a quien acusó de gastar dinero en viajes y custodias. Como verás, los argumentos de quien cree que tendrá la vaca atada toda la vida. Suelen ser los que hacen más ruido a la hora de la caída.

El ex UCD, guitarrero en sus ratos libres y baluarte en la lucha contra los periodistas independientes, dice que fue sobreseído en la causa por la reforma de su despacho. Vale recordar que el juez que le "tocó en suerte" fue Oyarbide, por si eso te dice algo. Ocurre que el vicepresidente omite señalar que el magistrado que merecería la llave de la ciudad de Las Vegas por la suerte que tiene en los sorteos de causas, lo sobreseyó por no superar los $ 100.000 en los gastos. Ni siquiera visitó la Cámara Alta. Ahora se sabe que Boudou llegó a $ 238.000 según la investigación del matutino porteño, metiendo mano a fondos que sólo pueden utilizarse en casos de emergencia.

Es muy irritativo que el vice del gobierno que dice que una familia puede comer con seis pesos diarios, haya comprado -del erario público- una mesa italiana por más de 42 mil pesos; una cifra superior a los 37 mil pesos por unas sillas diseñadas por un estadounidense; y más de 15 mil pesos en una lámpara. Por supuesto, en los canales y programas a los que está abonado, como el propagandístico "678", el vice se siente a gusto. Nadie le hace preguntas "molestas", ya que el dinero que paga a entrevistadores y entrevistados viene del mismo lado: del bolsillo del pueblo. Es decir, de la gente que no puede comprar mesas de casi 50 mil pesos.

(Publicado en la columna "El click del editor", de La Razón, de Buenos Aires)