22 agosto 2012

Dos autorretratos de Leonardo en "La última cena"


Dos autorretratos de un joven Leonardo Da Vinci se ocultan en "La última cena", una de sus pinturas más célebres, según un experto británico en arte. Ross King, autor de "Brunelleschi’s Dome", sugirió que el pintor de La Gioconda le dio sus rasgos a los apóstoles Tomás (el primer rostro a la derecha de Cristo, con el dedo índice levantado) y Santiago (segundo a la izquierda de cuadro), inmortalizando así su rostro en una mítica obra, como ya habían hecho antes Andrea Mantegna, Benozzo Gozzoli y hasta Miguel Angel en la Capilla Sixtina. Curiosamente, el cuadro famoso es la única obra de Leonardo en la cual nadie se aventuró a buscar un retrato suyo.



La prueba de su tesis se encuentra en una poesía poco conocida escrita en torno a 1490, cuando Leonardo estaba pintando "La última cena" en el refectorio de Santa María de las Gracias, en Milán. Su autor, Gasparo Visconti, era amigo de Da Vinci y, como él, empleado en la corte de los Sforza. Visconti se burlaba de un artista, cuyo nombre no se menciona, por haber puesto un autorretrato en sus pinturas, con "gestos y expresiones" típicas. El dedo alzado del apóstol Tomás en "La última cena" parece evocar un gesto siempre atribuido a Leonardo. King vincula a los apóstoles con un retrato en sepia de Leonardo, de 1515, quien compartiría los rasgos de Tomás y Santiago.