20 octubre 2011

Este viernes llega el fin del mundo



Por Humberto Acciarressi

Tengo que darte una mala noticia: mañana es el fin del mundo. Si creías que ibas a zafar un año más, hasta que se cumpliera la profecía maya, no llores. Te ganaste un año más de eternidad, lo que no es poco. Pero mañana, vos, yo y todos los que conocemos no vamos a existir más. Seremos boleta, polvo en el espacio. Eso es lo que dice el predicador estadounidense Harold Camping, que ya había vaticinado el fin del mundo para el 21 de mayo.Y por supuesto falló. Algo que ya le había ocurrido en 1994 y en otras oportunidades.

Ahora, más confiado, confesó que se equivocó en la interpretación de un dato bíblico y que ahora tiene la posta. Uno de los asuntos más raros es que sostiene que sus seguidores serán abducidos por Jesucristo. En líneas generales, el predicador dice que se producirá un terremoto global y sólo los creyentes se salvarán, gracias a la mencionada abducción. Este hombre de 90 años que ahora nos predice para mañana el Día del Juicio Final, hace rato que es ridiculizado por humoristas televisivos y en internet. Incluso un grupo de ateos de Seattle invitó a quien quiera asistir, a pasar la noche de mañana mirando una película sobre el fin del mundo, con pochoclos y refrescos.

Por otro lado, desde distintas iglesias hacen llegar sus quejas destempladas por estas "embarazosas" predicciones, mientras que otros evangelistas señalan que lo que dice este tipo le "hace muy mal al cristianismo". Sin embargo, Camping sigue en sus trece y envía su mensaje a través de las 65 emisoras radiales que posee en todos los Estados Unidos. A tal punto hay crédulos, que pululan las denuncias de gente que para el apocalipsis de mayo vendió sus propiedades y donó el dinero a la campaña de este chanta ¿A nadie se le ocurrió preguntar a dónde iría este dinero sin un planeta habitable? Dicen que suicidios en Estados Unidos y en el exterior podrían tener que ver con los anuncios catastróficos de este sujeto, que no reside en un neuropsiquiátrico de casualidad.

(Publicado en la columna "El click del editor", de La Razón, de Buenos Aires)