31 diciembre 2010

El Dakar: comienza la fiesta

Por  Humberto Acciarressi

El Dakar Argentina-Chile ya entró en la etapa final de su prólogo y, desde este sábado, 2.500 millones de telespectadores del mundo seguirán las peripecias de la competencia que ya se ha afincado (por ahora parece definitivamente) en nuestras tierras. Claro que no todo es miel, porque si esa cifra de escándalo lo mirará por TV, serán miles quienes poblarán las veredas de nuestra ciudad cuando los vehículos hagan el circuito porteño. Sin embargo, eso forma parte del colorido de la fiesta (incluyendo -ya ha sucedido-los que se tiran sobre los autos y terminan con una pata quebrada en el hospital). Es cierto que lo previo da algunos dolores de cabeza. Especialmente en lo que hace a los preparativos.

Con varias calles del microcentro valladas, entre ellas la 9 de Julio, llegar a cualquier lado es una experiencia entre aterradora y bizarra. La ventaja es que ocurre una vez al año y vinculado a una fiesta. El viejo turismo de carretera, que aglutinaba espectadores por cualquier provincia que transcurriera, parece haber quedado en el inconsciente argentino. El Flaco Traverso acaba de tirar el dato para explicar el interés que suscita el Dakar. No parece muy equivocado. Compartido o no por todos, es un ritual colectivo. Alguien podrá decir que el sábado se viene una jornada caótica, pero después de todo le pone un poco de vida al primer día del año, cuando millones de personas duermen las resacas de la noche anterior. La fiesta recién comienza.

(Publicado en la "Columna del editor" de La Razón, de Buenos Aires)