Por Humberto Acciarressi
Desde antes de los tiempos de Hesíodo -y usamos su nombre ya que es, quizás, el más célebre de los que se han ocupado del tema-, los hombres han acuñado unos doscientos mitos en más de treinta culturas diferentes, referidos a una Edad de Oro. Para quienes se han pelado las pestañas estudiando el tema, olvídense del autor de "Los trabajos y los días", de Platón, de Ovidio, de Tíbulo, de Virgilio, y de su larga y memorable compañía. Archiven también las ideas sobre arcadias y utopías, e incluso regalen al cartonero la obra "La edad de oro" de Gore Vidal y los estudios de Giorgio de Santillana.
La edad de oro ahora la reglamenta la MTV y no tiene nada que ver ni con las letras ni con la filosofía, sino con el consumo. Y se encuentra -de acuerdo al estudio de la cadena televisiva- entre los 25 y los 34 años. En esa franja, el 22% gasta su plata en diversión; el 16% planea comprar un auto nuevo el año próximo y el 23% una TV de pantalla plana. Si creyéramos eso, sería lamentable. Pero el estudio nos da una frase como para ponerle un marco: "En esta edad de oro se verifican los mayores índices de felicidad, confianza y poder de compra". Bingo. Cartón lleno. Lo de "poder de compra" se le había escapado a Hesíodo, pobre muchacho.
Hay un prólogo célebre en la historia de las letras. El de Paul Nizan en su libro "Adén Arabia". Allí escribió: "Yo tenía veinte años; no permitiré a nadie decir que es la edad más bella de la vida". Pero no te preocupes, si estás en la franja de la MTV y no sos el tipo más feliz del mundo, sólo ocurre que no existís.
(Publicado en "La columna del editor" de La Razón, de Buenos Aires)
Desde antes de los tiempos de Hesíodo -y usamos su nombre ya que es, quizás, el más célebre de los que se han ocupado del tema-, los hombres han acuñado unos doscientos mitos en más de treinta culturas diferentes, referidos a una Edad de Oro. Para quienes se han pelado las pestañas estudiando el tema, olvídense del autor de "Los trabajos y los días", de Platón, de Ovidio, de Tíbulo, de Virgilio, y de su larga y memorable compañía. Archiven también las ideas sobre arcadias y utopías, e incluso regalen al cartonero la obra "La edad de oro" de Gore Vidal y los estudios de Giorgio de Santillana.
La edad de oro ahora la reglamenta la MTV y no tiene nada que ver ni con las letras ni con la filosofía, sino con el consumo. Y se encuentra -de acuerdo al estudio de la cadena televisiva- entre los 25 y los 34 años. En esa franja, el 22% gasta su plata en diversión; el 16% planea comprar un auto nuevo el año próximo y el 23% una TV de pantalla plana. Si creyéramos eso, sería lamentable. Pero el estudio nos da una frase como para ponerle un marco: "En esta edad de oro se verifican los mayores índices de felicidad, confianza y poder de compra". Bingo. Cartón lleno. Lo de "poder de compra" se le había escapado a Hesíodo, pobre muchacho.
Hay un prólogo célebre en la historia de las letras. El de Paul Nizan en su libro "Adén Arabia". Allí escribió: "Yo tenía veinte años; no permitiré a nadie decir que es la edad más bella de la vida". Pero no te preocupes, si estás en la franja de la MTV y no sos el tipo más feliz del mundo, sólo ocurre que no existís.
(Publicado en "La columna del editor" de La Razón, de Buenos Aires)