12 marzo 2009

Tanto tiempo sin verte, cariño


Como muchos de ustedes saben, una leyenda familiar dice que algunos de mis antepasados anduvieron por Transilvania en los tiempos de Vlad Draculea o Vlad Tepes. Claro que esta relación con el famoso príncipe de Valaquia, devenido en personaje literario gracias a Bram Stoker and company (en realidad, muchos "company" incluso anteriores al más famoso), no se puede probar enteramente, salvo por un gusto pronunciado por la noche y la afición por la sangría (me refiero, claro, a la bebida). Pero lo cierto es que cuando vi su foto me pareció reconocerla. ¿De qué hablo? Pues veamos.

De acuerdo a un cable de Reuters, investigadores italianos dicen haber encontrado los restos de un "vampiro" femenino en Venecia (es decir, una vampiresa), enterrada con un ladrillo entre sus quijadas para prevenir que se alimentara de las víctimas de una plaga que azotó la ciudad en el siglo XVI. Matteo Borrini, antropólogo de la Universidad de Florencia, sugiere que el descubrimiento respalda las creencias medievales de que los "no-muertos" estaban detrás de la propagación de las plagas. "Es la primera vez que la arqueología logra reconstruir el ritual de exorcismo de un vampiro", dice el investigador.

El esqueleto fue desenterrado de una fosa común de la plaga veneciana de 1576 en Lazzaretto Nuovo, una isla situada a unos tres kilómetros al noreste de Venecia, usada como sanatorio para quienes estaban contagiados por la peste. Miren la foto de Reuters y lean lo que manifiesta Borrini: "Para matar a un vampiro debes remover la mortaja de su boca, que era su alimento como la leche para un niño, y poner algo que no se pudiera comer ahí". Evidentemente, este investigador es un torturador nato. Menos mal que ni habló de las estacas y los dientes de ajo.