10 marzo 2009

Michael Madsen, un duro y un poeta


Es uno de los personajes más queridos del cine, a pesar de que nadie desearía cruzarse con el sádico Mr. Blonde de "Reservoir Dogs", uno de los clásicos de culto de Tarantino. Es casi imposible mencionar la cantidad de películas en las que trabajò, ya que rondan el centenar. Pero a pesar de que se queja de dar miedo, este actor que no usa celular y dice que si tuviera uno lo destrozaría a martillazos, es un sensible poeta cuyos libros también se están convirtiendo en objetos de culto y Dennis Hopper dijo, bien seguro de sí mismo, que Madsen es superior a Kerouac. Entre sus libros se cuentan "Beer, Blood and Ashes", "Eat the Worm" y "Burning in Paradise", además de otros como "The Complete Poetic Works of Michael Madsen, Vol. I: 1995-2005" y "Signs of Life", con textos poéticos, fotos, crónicas que escribió durante sus viajes, etc.





"Ese tipo duro de las películas no es mi persona. Doy miedo y no sé por qué. Soy, sobre todo, un pensador, un observador de la sociedad... Cuando trabajo como actor tengo una vida solitaria. Me paso la vida en hoteles, en trenes, en aviones... Soy como una especie de vagabundo. He viajado por el mundo y he visto cosas que no han visto muchas personas, lo que me hace sentir afortunado. En mi vida solitaria e itinerante he tenido tiempo para escribir cosas. No las escribí para publicarlas. Las escribí en cajas de cerillas, en bolsas de papel. Y las metí en una caja. Luego, me mudé a Santa Fe, en Nuevo México. Un día, iba a encender fuego en la chimenea. Estaba con una mujer. Yo iba a tirar la caja en la que guardaba mis poemas a la chimenea. La mujer que estaba conmigo me dijo que no tirase la caja. Se puso a leer los poemas y dijo que había que publicarlos. Todo el mérito es de ella".

Michael Madsen 
(en un reportaje concedido a El País, alla por 2007)